Hace días que no escribo, más exactamente desde el día de San Valentín, no es que me haya quedado esperando un regalo de enamorada. La Comisión requiere que trabajemos al 200%,y con los tiempos que corren, es necesario tomar el toro por los cuernos, en este caso a las pensiones, y ponernos manos a la obra.
Algún medio de comunicación ha ido recogiendo estas semanas el trabajo de la Comsión. Alguno incluso me menciona.
http://www.soitu.es/soitu/2009/02/06/info/1233924205_304940.html
Viudedad, salarios de funcionarios, fondos, los temas son complicados, y estoy convencida que trabajando con tesón y pensando en las personas, no en los números, ni en las fotos, podremos salir de esta crisis.
Desde el Partido Popular trabajamos desde el respeto por el interés común, más allá de posiciones partidistas.
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Buenas noches para todos los seguidores de este blog.
ResponderEliminarEl cine español atraviesa una crisis profunda, un pozo insondable, del que muy pocos directores se libran. Veremos que nos depara la última película de los oscarizados Penélope Cruz y Almodovar.
Como todo en esta vida hay dos maneras de afrontar esta penuria, una la vía de la subvención gubernamental, otra dejar que sea la propia industria del cine la que se defienda por sí misma. Luego están los matices, los grises.
La subvención tiene dos problemas, el primero de ellos es la servidumbre hacia quien las concede, que es el poder ejecutivo, que en España está un tanto atomizado, el segundo que cercena el camino real hacia una verdadera competencia, tanto de la industria como entre las propias productoras.
El servilismo político es evidente, sobre todo en una presunta progresía que confunde, en muchas ocasiones, bandera política con arte, error básico conceptual, pues en primer lugar para pretender hacer arte, o algo que se le asemeje lo fundamental es la independencia, fuente de toda creatividad.
El cine español, por sus propios medios, y salvo contadísimas excepciones sería incapaz de sobrevivir por sus propios medios y recursos generados. Otro asunto que hay que tener en cuenta que el arte, el verdadero arte, jamás es nacional, es por definición aspiración universal, y por tanto supranacional. En consecuencia la subvención sería ir en contra de esa esencia de la creación.
Pero, ¿por qué el cine español no es rentable? Para mí el problema radica en la falta de creatividad real, en la incapacidad de conectar con el espectador potencial, en la manía que tenemos los españoles, cuando nos ponemos en plan cultureta de hacer las cosas, todas, de manera exagerada, esperpéntica. Sólo los genios del esperpento, entendido a la manera de don Ramón María del Valle Inclán triunfan, por que calan, profundamente, con esa manía española, un caso sería el amigo Almodovar. Pero los que no llegan a su categoría, a su inteligencia, a su saber conectar, hacen auténticos bodrios infumables, de apariencia cultureta que aburren a un difunto. En el otro extremo del desorbitado histrionismo están aquellos que hacen de cualquier situación narrativa un cúmulo de despropósitos, donde todo se exagera, en grandes dosis, donde el sexo más cutre y underground es el protagonista, junto a unos personajes tan irreales, tan desconectados de la realidad con los que es imposible, siquiera sentirse identificados.
Al cine español le sobran subvenciones, culturetas de tercera división, politiqueros subvencionados y sobre todo exageración e histrionismo chabacano, cutre y vomitivamente underground.
Puede que la solución esté en la naturalidad, en la espontaneidad tanto a la hora de elaborar el guión, como de dirigir el flim y también en la interpretación.
Es mi humilde opinión.
Buen fin de semana.
¡Viva España!